Lecturas del Martes 11 de agosto. 19ª semana del Tiempo Ordinario
Lectura de la profecía de Ezequiel 2,8–3,4 Así dice el Señor: «Tú, hijo de Adán, oye lo que te digo: ¡No seas rebelde, como la casa rebelde! Abre la boca y come lo que te doy.» Vi entonces una mano extendida hacia mí, con un documento enrollado. Lo desenrolló ante mí: estaba escrito en el anverso y en el reverso; tenía escritas elegías, lamentos y ayes. Y me dijo: «Hijo de Adán, come lo que tienes ahí, cómete este volumen y vete a hablar a la casa de Israel.» Abrí la boca y me dio a comer el volumen, diciéndome: «Hijo de Adán, alimenta tu vientre y sacia tus entrañas con este volumen que te doy.» Lo comí, y me supo en la boca dulce como la miel. Y me dijo: «Hijo de Adán, anda, vete a la casa de Israel y diles mis palabras.» Palabra de Dios Sal 118,14.24.72.103.111.131 R/. ¡Qué dulce al paladar tu promesa, Señor! Mi alegría es el camino de tus preceptos, más que todas las riquezas. R/. Tus preceptos son mi delicia, tus decretos son mis consejeros. R/. Más estimo yo los preceptos