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Mostrando las entradas de septiembre 2, 2017

Lecturas del Domingo 24º del Tiempo Ordinario - Ciclo A

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Lectura del libro del Eclesiástico 27,33–28,9 Furor y cólera son odiosos; el pecador los posee. Del vengativo se vengará el Señor y llevará estrecha cuenta de sus culpas. Perdona la ofensa a tu prójimo, y se te perdonarán los pecados cuando lo pidas. ¿Cómo puede un hombre guardar rencor a otro y pedir la salud al Señor? No tiene compasión de su semejante, ¿y pide perdón de sus pecados? Si él, que es carne, conserva la ira, ¿quién expiará por sus pecados? Piensa en tu fin, y cesa en tu enojo; en la muerte y corrupción, y guarda los mandamientos. Recuerda los mandamientos, y no te enojes con tu prójimo; la alianza del Señor, y perdona el error. Palabra de Dios Sal 102,1-2.3-4.9-10.11-12 R/.   El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia Bendice, alma mía, al Señor,  y todo mi ser a su santo nombre.  Bendice, alma mía, al Señor,  y no olvides sus beneficios.  R/. Él perdona todas tus culpas  y cura todas tus enferm

Lecturas del Sábado 16 de septiembre. 23ª semana del Tiempo Ordinario

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Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo 1,15-17 Podéis fiaros y aceptar sin reserva lo que os digo: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, y yo soy el primero. Y por eso se compadeció de mí: para que en mí, el primero, mostrara Cristo Jesús toda su paciencia, y pudiera ser modelo de todos los que creerán en él y tendrán vida eterna. Al Rey de los siglos, inmortal, invisible, único Dios, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén. Palabra de Dios Sal 112,1-2.3-4.5a.6-7  R/.   Bendito sea el nombre del Señor,  ahora y por siempre Alabad, siervos del Señor,  alabad el nombre del Señor.  Bendito sea el nombre del Señor,  ahora y por siempre.  R/. De la salida del sol hasta su ocaso,  alabado sea el nombre del Señor.  El Señor se eleva sobre todos los pueblos,  su gloria sobre los cielos.   R/. ¿Quién como el Señor, Dios nuestro,  que se abaja para mirar al cielo y a la tierra?  Levanta de

Nuestra Señora, la Virgen de los Dolores

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Lectura de la carta a los Hebreos 5,7-9 Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando en su angustia fue escuchado. Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación eterna.  Palabra de Dios Sal 30,2-3a.3b-4.5-6.15-16.20 R/.   Sálvame, Señor, por tu misericordia A ti, Señor, me acojo: no quede yo nunca defraudado; tú, que eres justo, ponme a salvo, inclina tu oído hacia mí.  R/. Ven aprisa a librarme, sé la roca de mi refugio, un baluarte donde me salve, tú que eres mi roca y mi baluarte; por tu nombre dirígeme y guíame.  R/. Sácame de la red que me han tendido, porque tú eres mi amparo. A tus manos encomiendo mi espíritu: tú, el Dios leal, me librarás.   R/ . Pero yo confío en ti, Señor, te digo: «Tú eres mi Dios.» En tu mano están

Lecturas del jueves, 14 de septiembre de 2017. Exaltación a la Santa Cruz.

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Num 21, 4-9 En aquellos días, el pueblo se impacientó y murmuró contra Dios y contra Moisés, diciendo: "¿Para qué nos sacaste de Egipto? ¿Para que muriéramos en el desierto? No tenemos pan ni agua y ya estamos hastiados de esta miserable comida". Entonces envió Dios contra el pueblo serpientes venenosas, que los mordían, y murieron muchos israelitas. El pueblo acudió a Moisés y le dijo: "Hemos pecado al murmurar contra el Señor y contra ti. Ruega al Señor que aparte de nosotros las serpientes". Moisés rogó al Señor por el pueblo y el Señor le respondió: "Haz una serpiente como ésas y levántala en un palo. El que haya sido mordido por las serpientes y mire la que tú hagas, vivirá". Moisés hizo una serpiente de bronce y la levantó en un palo; y si alguno era mordido y miraba la serpiente de bronce, quedaba curado. Palabra de Dios Salmo 77, 1-2. 34-35. 36-37. 38 R.  No olvidemos las hazañas del Señor. Escucha, pueblo mío, mi enseñanza

Lecturas del Miércoles 13 de septiembre. 23ª semana del Tiempo Ordinario

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Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 3,1-11 Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis, juntamente con él, en gloria. En consecuencia, dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros: la fornicación, la impureza, la pasión, la codicia y la avaricia, que es una idolatría. Eso es lo que atrae el castigo de Dios sobre los desobedientes. Entre ellos andabais también vosotros, cuando vivíais de esa manera; ahora, en cambio, deshaceos de todo eso: ira, coraje, maldad, calumnias y groserías, ¡fuera de vuestra boca! No sigáis engañándoos unos a otros. Despojaos del hombre viejo, con sus obras, y revestíos del nuevo, que se va renovando como imagen de su Creador, hasta llegar a conocerlo. En

Lecturas del Martes 12 de septiembre. 23ª semana del Tiempo Ordinario

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Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 2, 6-15 Hermanos: Ya que habéis aceptado a Cristo Jesús, el Señor, vivid como cristianos. Arraigados y cimentado en él, manteneos firmes  en la fe,  que os enseñaron, y vivid en permanente acción de gracias Cuidado con que haya alguno que os capture con esa teoría que es una insulsa patraña forjada y transmitida por hombres, fundada en los elementos del mundo y no en Cristo. Porque es en Cristo en quien habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad, y por él, que es cabeza de todo principado y autoridad, habéis obtenido vuestra plenitud. Por él fuisteis también circuncidados con una circuncisión no hecha por hombres, cuando os despojaron de los bajos instintos de la carne, por la circuncisión de Cristo. Por el bautismo fuisteis sepultados con él, y habéis resucitado con él, porque habéis creído en la fuerza de Dios que lo resucitó de entre los muertos. Estabais muertos por

Lecturas del Lunes 11 de septiembre. 23ª semana del Tiempo Ordinario

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Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 1,24–2,3 Ahora me alegro de sufrir por vosotros: así completo en mi carne los dolores de Cristo, sufriendo por su cuerpo que es la Iglesia, de la cual Dios me ha nombrado ministro, asignándome la tarea de anunciaros a vosotros su mensaje completo: el misterio que Dios ha tenido escondido desde siglos y generaciones y que ahora ha revelado a sus santos. A éstos Dios ha querido dar a conocer la gloria y riqueza que este misterio encierra para los gentiles: es decir, que Cristo es para vosotros la esperanza de la gloria. Nosotros anunciamos a ese Cristo; amonestamos a todos, enseñamos a todos, con todos los recursos de la sabiduría, para que todos lleguen a la madurez en su vida en Cristo: ésta es mi tarea, en la que lucho denonadamente con la fuerza poderosa que él me da. Quiero que tengáis noticia del empeñado combate que sostengo por vosotros y los de Laodicea, y por todos los que no me conocen personalmente. Busco que ten