Entradas

Mostrando las entradas de julio 15, 2021

Lecturas del Domingo 17º del Tiempo Ordinario - Ciclo B

Imagen
  Lectura del segundo libro de los Reyes 4,42-44 En aquellos días, uno de Baal-Salisá vino a traer al profeta Eliseo el pan de las primicias, veinte panes de cebada y grano reciente en la alforja. Eliseo dijo: «Dáselos a la gente, que coman.» El criado replicó: «¿Qué hago yo con esto para cien personas?» Eliseo insistió: «Dáselos a la gente, que coman. Porque así dice el Señor: Comerán y sobrará.» Entonces el criado se los sirvió, comieron y sobró, como había dicho el Señor. Palabra de Dios Sal 144,10-11.15-16.17-18 R/.   Abres tú la mano, Señor, y nos sacias Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles; que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas.  R/. Los ojos de todos te están aguardando, tú les das la comida a su tiempo; abres tú la mano, y sacias de favores a todo viviente.  R/. El Señor es justo en todos sus caminos, cerca está el Señor de los que lo invocan, de los que lo invocan sinceramente.  R/. Lectura de la carta del apóstol

Lecturas del Sábado 24 de julio. 16ª semana del Tiempo Ordinario

Imagen
  Lectura del libro del Éxodo 24,3-8 En aquellos días, Moisés bajó y contó al pueblo todo lo que había dicho el Señor y todos sus mandatos; y el pueblo contestó a una: «Haremos todo lo que dice el Señor.» Moisés puso por escrito todas las palabras del Señor. Se levantó temprano y edificó un altar en la falda del monte, y doce estelas, por las doce tribus de Israel. Y mandó a algunos jóvenes israelitas ofrecer al Señor holocaustos y vacas como sacrificio de comunión. Tomó la mitad de la sangre, y la puso en vasijas, y la otra mitad la derramó sobre el altar. Después, tomó el documento de la alianza y se lo leyó en alta voz al pueblo, el cual respondió: «Haremos todo lo que manda el Señor y lo obedeceremos.» Tomó Moisés la sangre y roció al pueblo, diciendo: «Ésta es la sangre de la alianza que hace el Señor con vosotros, sobre todos estos mandatos.» Palabra de Dios Sal 49,1-2.5-6.14-15 R/.   Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza El Dios de los dioses, el Señor, habla: convoca la tierr

Lecturas del Santa Brígida, religiosa, patrona de Europa, Fiesta

Imagen
  Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 2,19-20 Para la Ley yo estoy muerto, porque la Ley me ha dado muerte; pero así vivo para Dios. Estoy crucificado con Cristo: vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí. Y, mientras vivo en esta carne, vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me amó hasta entregarse por mí. Palabra de Dios Sal 33,2-3.4-5.6-7.8-9.10-11 R/ .   Bendigo al Señor en todo momento Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca; mi alma se gloría en el Señor: que los humildes lo escuchen y se alegren.   R/. Proclamad conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos juntos su nombre. Yo consulté al Señor, y me respondió, me libró de todas mis ansias.  R/. Contempladlo, y quedaréis radiantes, vuestro rostro no se avergonzará. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha y lo salva de sus angustias.  R/. El ángel del Señor acampa en torno a sus fieles y los protege. Gustad y ved qué bueno es el Señor, dichoso el que se acoge a él.  R/

Lecturas del Santa María Magdalena

Imagen
  Lectura del libro del Cantar de los Cantares 3,1-4a Así dice la esposa: «En mi cama, por la noche, buscaba al amor de mi alma: lo busqué y no lo encontré. Me levanté y recorrí la ciudad por las calles y las plazas, buscando al amor de mi alma; lo busqué y no lo encontré. Me han encontrado los guardias que rondan por la ciudad: "¿Visteis al amor de mi alma?" Pero, apenas los pasé, encontré al amor de mi alma.» Palabra de Dios Sal 62,2.3-4.5-6.8-9 R/.   Mi alma está sedienta de ti, mi Dios Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti; mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua.  R/. ¡Cómo te contemplaba en el santuario viendo tu fuerza y tu gloria! Tu gracia vale más que la vida, te alabarán mis labios.  R/. Toda mi vida te bendeciré y alzaré las manos invocándote. Me saciaré como de enjundia y de manteca, y mis labios te alabarán jubilosos.   R/. Porque fuiste mi auxilio, y a la sombra de tus alas canto con júbilo; mi alma est