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Mostrando las entradas de enero 28, 2024

Lecturas del Miércoles 31 enero de. 4ª semana del Tiempo Ordinario

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  Lectura del segundo libro de Samuel 24,2.9-17 En aquellos días, el rey David ordenó a Joab y a los jefes del ejército que estaban con él: «Id por todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Berseba, a hacer el censo de la población, para que yo sepa cuánta gente tengo.» Joab entregó al rey los resultados del censo: en Israel había ochocientos mil hombres aptos para el servicio militar, y en Judá quinientos mil. Pero, después de haber hecho el censo del pueblo, a David le remordió la conciencia y dijo al Señor: «He cometido un grave error. Ahora, Señor, perdona la culpa de tu siervo, porque ha hecho una locura.» Antes que David se levantase por la mañana, el profeta Gad, vidente de David, recibió la palabra del Señor: «Vete a decir a David: "Así dice el Señor: Te propongo tres castigos; elige uno, y yo lo ejecutaré."» Gad se presentó a David y le notificó: «¿Qué castigo escoges? Tres años de hambre en tu territorio, tres meses huyendo perseguido por tu enemigo, o tres dias d

Lecturas del Martes 30 de Enero. 4ª semana del Tiempo Ordinario

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  Lectura del segundo libro de Samuel 18,9-10.14b.24-25a.30–19,3 En aquellos días, Absalón fue a dar en un destacamento de David. Iba montado en un mulo, y, al meterse el mulo bajo el ramaje de una encina copuda, se le enganchó a Absalón la cabeza en la encina y quedó colgando entre el cielo y la tierra, mientras el mulo que cabalgaba se le escapó. Lo vio uno y avisó a Joab: «¡Acabo de ver a Absalón colgado de una encina!» Agarró Joab tres venablos y se los clavó en el corazón a Absalón. David estaba sentado entre las dos puertas. El centinela subió al mirador, encima de la puerta, sobre la muralla, levantó la vista y miró: un hombre venía corriendo solo. El centinela gritó y avisó al rey. El rey dijo: «Retírate y espera ahí.» Se retiró y esperó alli. Y en aquel momento llegó el etíope y dijo: «¡Albricias, majestad! ¡El Señor te ha hecho hoy justicia de los que se habían rebelado contra ti!» El rey le preguntó: «¿Está bien mi hijo Absalón?» Respondió el etíope: «¡Acaben como él los ene