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Mostrando las entradas de octubre 25, 2021

Lecturas del San Simón y San Judas, apóstoles

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  Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 2,19-22 Ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois ciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios. Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por él todo el edificio queda ensamblado, y se va levantando hasta formar un templo consagrado al Señor. Por él también vosotros os vais integrando en la construcción, para ser morada de Dios, por el Espíritu. Palabra de Dios Sal 18,2-3.4-5 R/.   A toda la tierra alcanza su pregón El cielo proclama la gloria de Dios, el firmamento pregona la obra de sus manos: el día al día le pasa el mensaje, la noche a la noche se lo susurra.  R/. Sin que hablen, sin que pronuncien, sin que resuene su voz, a toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje.  R/. Lectura del santo evangelio según san Lucas 6,12-19 En aquel tiempo, subió Jesús a la montaña a orar, y pasó la noche orando a Dios.

Lecturas del Miércoles 27 de octubre. 30ª semana del Tiempo Ordinario

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  Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8,26-30 El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables. Y el que escudriña los corazones sabe cuál es el deseo del Espíritu, y que su intercesión por los santos es según Dios. Sabemos también que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien: a los que ha llamado conforme a su designio. A los que había escogido, Dios los predestinó a ser imagen de su Hijo, para que él fuera el primogénito de muchos hermanos. A los que predestinó, los llamó; a los que llamó, los justificó; a los que justificó, los glorificó. Palabra de Dios Sal 12,4-5.6 R/.   Yo confío, Señor, en tu misericordia Atiende y respóndeme, Señor, Dios mío; da luz a mis ojos para que no me duerma en la muerte, para que no diga mi enemigo: «Le he podido», ni se alegre mi adversario de mi fracaso.   R/. Porque yo confío en tu misericordia: alegra