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Mostrando las entradas de agosto 23, 2017

Lecturas del Martirio de San Juan Bautista

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Lectura del libro de Jeremías 1,17-19 En aquellos días, recibí esta palabra del Señor: «Cíñete los lomos, ponte en pie y diles lo que yo te mando. No les tengas miedo, que si no, yo te meteré miedo de ellos. Mira; yo te convierto hoy en plaza fuerte, en columna de hierro, en muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes y príncipes de Judá, frente a los sacerdotes y la gente del campo. Lucharán contra ti, pero no te podrán, porque yo estoy contigo para librarte.» Oráculo del Señor. Palabra de Dios Sal 70,1-2.3-4a.5-6ab.15ab.17 R/.   Mi boca contará tu auxilio A ti, Señor, me acojo:  no quede yo derrotado para siempre;  tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo,  inclina a mí tu oído, y sálvame.  R/.   Sé tú mi roca de refugio,  el alcázar donde me salve,  porque mi peña y mi alcázar eres tú, Dios mío, líbrame de la mano perversa.  R/.   Porque tú, Dios mío, fuiste mi esperanza  y mi confianza, Señor, desde mi juventud. 

Lecturas del Lunes 28 de agosto. 21ª semana del Tiempo Ordinario

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Comienzo de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 1,1-5.8b-10 Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros, gracia y paz. Siempre damos gracias a Dios por todos vosotros y os tenemos presentes en nuestras oraciones. Ante Dios, nuestro Padre, recordamos sin cesar la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y el aguante de vuestra esperanza en Jesucristo, nuestro Señor. Bien sabemos, hermanos amados de Dios, que él os ha elegido y que, cuando se proclamó el Evangelio entre vosotros, no hubo sólo palabras, sino además fuerza del Espíritu Santo y convicción profunda. Sabéis cuál fue nuestra actuación entre vosotros para vuestro bien. Vuestra fe en Dios había corrido de boca en boca, de modo que nosotros no teníamos necesidad de explicar nada, ya que ellos mismos cuentan los detalles de la acogida que nos hicisteis: cómo, abandonando los ídolos, os volvisteis a Dios, para servir al Dios

Lecturas del Domingo 21º del Tiempo Ordinario - Ciclo A

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Lectura del libro de Isaías 22,19-23 Así dice el Señor a Sobná, mayordomo de palacio: «Te echaré de tu puesto, te destituiré de tu cargo. Aquel día, llamaré a mi siervo, a Eliacín, hijo de Elcías: le vestiré tu túnica, le ceñiré tu banda, le daré tus poderes; será padre para los habitantes de Jerusalén, para el pueblo de Judá. Colgaré de su hombro la llave del palacio de David: lo que él abra nadie lo cerrará, lo que él cierre nadie lo abrirá. Lo hincaré como un clavo en sitio firme, dará un trono glorioso a la casa paterna.» Palabra de Dios Sal 137,1-2a.2bc-3.6.8bc R/.   Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos Te doy gracias, Señor, de todo corazón;  delante de los ángeles tañeré para ti,  me postraré hacia tu santuario,  daré gracias a tu nombre.   R/.   Por tu misericordia y tu lealtad,  porque tu promesa supera a tu fama;  cuando te invoqué, me escuchaste,  acreciste el valor en mi alma .  R/ .   El Se

Lecturas del Sábado 26 de agosto. 20ª semana del Tiempo Ordinario

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Lectura del libro de Rut 2,1-3.8-11;4,13-17 Noemí tenía, por parte de su marido, un pariente de muy buena posición, llamado Boaz, de la familia de Elimelec.  Rut, la moabita, dijo a su suegra Noemí: «Déjame ir al campo, a espigar donde me admitan por caridad.» Noemí le respondió: «Anda, hija.»  Ella marchó y fue a espigar en las tierras, siguiendo a los segadores. Fue a una de las tierras de Boaz, de la familia de Elimelec.  Boaz dijo a Rut: «Escucha, hija. No vayas a espigar a otra parte, no te vayas de aquí ni te alejes de mis tierras. Fíjate en qué tierra siegan los hombres y sigue a las espigadoras. Dejo dicho a mis criados que no te molesten. Cuando tengas sed, vete donde los botijos y bebe de lo que saquen los criados.»  Rut se echó, se postró ante él por tierra y le dijo: «Yo soy una forastera; ¿por qué te he caído en gracia y te has interesado por mí?»  Boaz respondió: «Me han contado todo lo que hiciste por tu suegra después que murió tu marido: que dejaste

Lecturas del Viernes 25 de agosto. 20ª semana del Tiempo Ordinario

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Comienzo del libro de Rut 1,1.3-6.14b-16.22 En tiempo de los jueces, hubo hambre en el país, y un hombre emigró, con su mujer Noemí y sus dos hijos, desde Belén de Judá a la campiña de Moab. Elimelec, el marido de Noemí, murió, y quedaron con ella sus dos hijos, que se casaron con dos mujeres moabitas: una se llamaba Orfá y la otra Rut. Pero, al cabo de diez años de residir allí, murieron también los dos hijos, y la mujer se quedó sin marido y sin hijos. Al enterarse de que el Señor había atendido a su pueblo dándole pan, Noemí, con sus dos nueras, emprendió el camino de vuelta desde la campiña de Moab. Orfá se despidió de su suegra y volvió a su pueblo, mientras que Rut se quedó con Noemí.  Noemí le dijo: «Mira, tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a su dios. Vuélvete tú con ella.»  Pero Rut contestó: «No insistas en que te deje y me vuelva. Donde tú vayas, iré yo; donde tú vivas, viviré yo; tu pueblo es el mío, tu Dios es mi Dios.»  Así fue como Noemí, con su nuera Rut, l