Lecturas del Viernes de la 3ª semana de Pascua
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 9,1-20
Sal 116,1.2
Alabad al Señor, todas las naciones,
Para Saulo la nueva comunidad naciente era una secta que se está difundiendo peligrosamente más allá de los confines de Judea y Samaria, hasta Siria. Saulo quiere extirpar la herejía que está cosechando éxito y obtiene para ello un mandato especial. Sin embargo en el camino hacía Damasco, le envolvió un resplandor que lo cegó y oyó una voz que le preguntaba ¿ Saulo por qué me persigues?. Estamos en un relato típico de vocación, con la aparición de fenómeno extraordinario y una voz que interpela. La voz aquí es nada menos que la del perseguido. Saulo queda ciego y permanece en ayunas durante tres días, es decir, debe morir a su ceguera interior para resurgir a la nueva comprensión de la realidad.
Ananías se opone inicialmente resistencia al mandato del Señor, a él se le ha sido confiado el misterio de saulo, su misión universal, su futuro misionero, discutido, controvertido y perseguido. El destino de saulo está ligado ahora al nombre de Jesús. nombre que deberá llevar y atestiguar entre los paganos y gobernantes y a los hijos de Israel. No se puede expresar el contenido de su misión y la de su pasión.
El fragmento del Evangelio es la conclusión del discurso del pan de vida. El mensaje es más profundo y se hace más sacrificial y eucarístico. Se trata de hacer sitio a la persona de Jesús en su misión eucarística. Él es el pna de vida, no solo por lo que hace, sino en el sacramento de la eucaristía, lugar de unión del creyente con Cristo. Jesús pan se identifica con su humanidad, la misma que será sacrificada en la cruz para la salvación de los hombres. Jesús es el pan , como palabra de Dios victima sacrificial, que se hace don por amor a los hombres.
La murmuración de judíos: ¿ Cómo puede este darnos de comer su carne?, esto denuncia la mentalidad incrédula de los que no se dejan regenerar por el Espíritu y no tienen intención de adherirse a Jesús.
Jesús exhorta a consumir el pan eucarístico para participar de su vida y anuncia frutos extraordinarios que recibirán los que participen en el banquete eucarístico. El discípulo de Jesús recibe como don la vida en Cristo, una vida que supera toda expectativa humana porque es resurrección e inmortalidad.
En aquellos días, Saulo, respirando todavía amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al sumo sacerdote y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, autorizándolo a traerse encadenados a Jerusalén a los que descubriese que pertenecían al Camino, hombres y mujeres.
Mientras caminaba, cuando ya estaba cerca de Damasco, de repente una luz celestial lo envolvió con su resplandor. Cayó a tierra y oyó una voz que le decía:
«Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?».
Dijo él:
«¿Quién eres, Señor?».
Respondió:
«Soy Jesús, a quien tú persigues. Pero levántate, entra en la ciudad, y allí se te dirá lo que tienes que hacer».
Sus compañeros de viaje se quedaron mudos de estupor, porque oían la voz, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo, y, aunque tenía los ojos abiertos, no veía nada. Lo llevaron de la mano hasta Damasco. Allí estuvo tres días ciego, sin comer ni beber.
Había en Damasco un discípulo, que se llamaba Ananías. El Señor lo llamó en una visión:
«Ananías».
Respondió él:
«Aquí estoy, Señor».
El Señor le dijo:
«Levántate y ve a la calle llamada Recta, y pregunta en casa de Judas por un tal Saulo de Tarso. Mira, está orando, y ha visto en visión a un cierto Ananías que entra y le impone las manos para que recobre la vista».
Ananías contestó:
«Señor, he oído a muchos hablar de ese individuo y del daño que ha hecho a tus santos en Jerusalén, y que aquí tiene autorización de los sumos sacerdotes para llevarse presos a todos los que invocan tu nombre».
El Señor le dijo:
«Anda, ve; que ese hombre es un instrumento elegido por mí para llevar mi nombre a pueblos y reyes, y a los hijos de Israel. Yo le mostraré lo que tiene que sufrir por mi nombre».
Salió Ananías, entró en la casa, le impuso las manos y dijo:
«Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció cuando venías por el camino, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno de Espíritu Santo».
Inmediatamente se le cayeron de los ojos una especie de escamas, y recobró la vista. Se levantó, y fue bautizado. Comió, y recobró las fuerzas.
Se quedó unos días con los discípulos de Damasco, y luego se puso a anunciar en las sinagogas que Jesús es el Hijo de Dios.
Palabra de Dios
Sal 116,1.2
R/. Ir al mundo entero y proclamad el Evangelio
aclamadlo, todos los pueblos. R/.
Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre. R/.
En aquel tiempo, disputaban los judíos entre sí:
«¿Cómo puede este darnos a comer su carne?».
Entonces Jesús les dijo:
«En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él.
Como el Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre, así, del mismo modo, el que me come vivirá por mí.
Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre».
Palabra del Señor
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Ananías se opone inicialmente resistencia al mandato del Señor, a él se le ha sido confiado el misterio de saulo, su misión universal, su futuro misionero, discutido, controvertido y perseguido. El destino de saulo está ligado ahora al nombre de Jesús. nombre que deberá llevar y atestiguar entre los paganos y gobernantes y a los hijos de Israel. No se puede expresar el contenido de su misión y la de su pasión.
El fragmento del Evangelio es la conclusión del discurso del pan de vida. El mensaje es más profundo y se hace más sacrificial y eucarístico. Se trata de hacer sitio a la persona de Jesús en su misión eucarística. Él es el pna de vida, no solo por lo que hace, sino en el sacramento de la eucaristía, lugar de unión del creyente con Cristo. Jesús pan se identifica con su humanidad, la misma que será sacrificada en la cruz para la salvación de los hombres. Jesús es el pan , como palabra de Dios victima sacrificial, que se hace don por amor a los hombres.
La murmuración de judíos: ¿ Cómo puede este darnos de comer su carne?, esto denuncia la mentalidad incrédula de los que no se dejan regenerar por el Espíritu y no tienen intención de adherirse a Jesús.
Jesús exhorta a consumir el pan eucarístico para participar de su vida y anuncia frutos extraordinarios que recibirán los que participen en el banquete eucarístico. El discípulo de Jesús recibe como don la vida en Cristo, una vida que supera toda expectativa humana porque es resurrección e inmortalidad.
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