Lecturas del Jueves 31 de agosto. 21ª semana del Tiempo Ordinario

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 3,7-13

En medio de todos nuestros aprietos y luchas, vosotros, con vuestra fe, nos animáis; ahora nos sentimos vivir, sabiendo que os mantenéis fieles al Señor. ¿Cómo podremos agradecérselo bastante a Dios? ¡Tanta alegría como gozamos delante de Dios por causa vuestra, cuando pedimos día y noche veros cara a cara y remediar las deficiencias de vuestra fe! Que Dios, nuestro Padre, y nuestro Señor Jesús nos allanen el camino para ir a veros. Que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos. Y que así os fortalezca internamente, para que, cuando Jesús, nuestro Señor, vuelva acompañado de todos sus santos, os presentéis santos e irreprensibles ante Dios, nuestro Padre.


Palabra de Dios



Sal 89,3-4.12-13.14.17



R/. Sácianos de tu misericordia, Señor, 

y estaremos alegres


Tú reduces al hombre a polvo, diciendo: 
«Retornad, hijos de Adán.» 
Mil años en tu presencia son un ayer, que pasó; 
una vela nocturna. R/. 

Enséñanos a calcular nuestros años, 
para que adquiramos un corazón sensato. 
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo? 
Ten compasión de tus siervosR/. 

Por la mañana sácianos de tu misericordia, 
y toda nuestra vida será alegría y júbilo. 
Baje a nosotros la bondad del Señor 
y haga prósperas las obras de nuestras manos. R/.




Lectura del santo evangelio según san Mateo 24,42-51
Imagen relacionada


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre. ¿Dónde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Pues, dichoso ese criado, si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así. Os aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes. Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardará, empieza a pegar a sus compañeros, y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera, llegará el amo y lo hará pedazos, mandándolo a donde se manda a los hipócritas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.»



Palabra del Señor

COMENTARIOS

Tito regresa de la visita pastoral a los cristianos de Tesalónica, Pablo consigue tener la confirmación del progreso realizado por éstos en el camino de la fe. Solo aís las nubes que oscurecían su ánimo con presentimientos angustiosos dejan el sitio al consuelo, el mismo que puede experimentar el corazón de un padre al saber que sus hijos están bien, que están seguro.

Hay un deseo en el corazón de   Pablo que espera aún ser escuchado, no estará en paz hasta que haya podido ver de nuevo en persona a la comunidad, reemprendiendo el hilo del diálogo que ciertas circunstancias dolorosas interrumpieron a causa de la hostilidad de los judíos, al obligar a los misioneros a dejar la ciudad. El amor que el anuncio del Evangelio ha suscitado en el corazón del apóstol es como una espada que lo traspasa día y noche, su mente, sus sentimientos, su memoria, están habitados por una inquietud irreprimible por el bien de aquellos a quienes la Palabra engendró de un tiempo a la vida de gracia. Ahora lo pone en manos de Dios, dándole gracias e intercediendo entre lágrimas, puesto que es el Señor de todos.

Dado el amor no procede del hombre, sino que es presencia misma del Señor en la tierra, la medida de su santidad entre los hombres, Pablo invita a los cristianos de Tesalónica a que se conviertan en imitadores suyos, como él lo es de Cristo: en su caridad todos serán transformados a su imagen, de día en día, hasta que venga el Señor. 

La parábola del Evangelio se dirige al que ha sido nombrado sustituto por su amo durante el tiempo en que esté ausente. Es un tiempo de prueba en la relación entre el criado y su Señor. La parábola presenta en momentos sucesivos de dos desenlaces opuestos, ambos posibles y separados por un límite sutilísimo. El criado fiel es calificado como sensato, no parece impulsado por motivos morales particulares y no se fía de proceder como si el amo no estuviera, sino que obra como si éste tuviera que volver de un momento a otro.

El comportamiento superficial de aquellos que piensan  que podrá contar un tiempo a su propia disposición, en el que podrá disponer de los bienes para su propio disfrute. El momento en el que deberá rendir cuenta vendrá para cada uno la recompensa o el castigo, sin términos medios y sin posibilidad de apelación: Serán felices los que son escogidos como administradores de todos los bienes y desesperación para los otros, a quienes el amo les quitará para siempre todo lo que creían poseer.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Lecturas del San Mateo, apóstol y evangelista

Lectura del Jueves de la Octava de Pascua

Lecturas del Lunes de la III Semana de Pascua