Lecturas del Domingo 25º del Tiempo Ordinario - Ciclo A
Lectura del libro de Isaías 55, 6-9
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Isaías se dirige al pueblo de Israel, que ha vuelto del destierro babilónico. El profeta invita a los suyos a reconocer la presencia de Dios en los acontecimientos imprevisibles de la vida y a reconsiderar la idea que se han echo de Dios, una idea muy a la medida del hombre. El tono del oráculo es un tanto revelador, encontramos expresada una de las paradojas que caracterizan a Dios: su cercanía e intimidad con el hombre.
La profecía invita a buscar al Señor, porque Él se deja encontrar, a invocarlo porque está cerca, tan cerca que su presencia cuestiona la vida del hombre en sus relaciones mundanas y consigo mismo y sus planes, le pide que abandone el camino del malvado y el plan del criminal. El Señor está cerca pero no conocemos sus planes ni modo de actuar y mucho menos que éstos sean según la medida humana.
Mis planes, vuestros planes, vuestros caminos, mis caminos, introduce dentro del oráculo el elemento de cercanía de Dios al hombre.
Pablo escribe la carta a los filipenses desde la cárcel y desea informar a los suyos sobre la situación personal en que se encuentra. Es tal la pasión por el Evangelio, que antes de hablar de sí mismo, cuenta cómo su encarcelamiento está contribuyendo a la difusión del Evangelio.
Pablo abre su corazón a los destinatarios, para informarle que puede ser absuelto o condenado. Él está convencido que en ambos casos, vivo o muerto, su persona será el lugar de la manifestación del Señor, debido a que la vida o la muerte tiene un nuevo significado para él: " para mi la vida es Cristo" y la vida o la muerte son relativa. Se tiene vida cuando la persona se encuentra adherida a Cristo, que vive en con comunión con Él y hace su voluntad.
Pablo rehúye al apego materialista a la tierra como un dualismo espiritualista que le reste valor a la existencia terrena. Se plantea si morir, para estar con Cristo, o continuar viviendo en este mundo, morir significa unirse al Señor en comunión plena, una ganancia, sin duda alguna. Él sabe que su vida terrena sería provechosa para sus comunidades.
La parábola de Mateo nos adentra en el misterio del Reino de Dios, en el pensamiento de Cristo, en el corazón del Padre, desvelándonos el secreto. Es, para todos, una fuerte invitación a cambiar de mentalidad, a pasar de la lógica del mérito, de quien vive de pretensiones y no reconoce y admite regalos, al mundo de la gratuidad, que es la raíz del amor y el secreto del Reino de Dios.
Al inicio de la historia de cada uno hay un don: el llamado a ser y atrabajar en la viña. La vida es el regalo precioso del tiempo para vivir y trabajar en la viña. Al final del día tendrá una recompensa, que nos es el fruto de su propio mérito o esfuerzo, sino un regalo divino e inmerecido. Dios nos llama a participar en su vida y en su obra, la posibilidad de trabajar, fatigarnos, de gastar la vida por Él.
Quien se cree acreedor y con derecho ante Dios y la vida, es porque piensa que ha hecho demasiado, considera todo lo gratuito como un robo, como una amenaza a la justicia. Descubrir que somos amados por Dios es comenzar a responder a la llamada de Dios, descubrir que todo es don, la viña, el vino, el trabajo, la fatiga, etc. es el modo de estar en la iglesia buscando el Reino de Dios.
Buscad al Señor mientras se le encuentra, invocadlo mientras esté cerca; que el malvado abandone su camino, y el criminal sus planes; que regrese al Señor, y él tendrá piedad; a nuestro Dios, que es rico en perdón. Mis planes no son vuestros planes, vuestros caminos no son mis caminos –oráculo del Señor–. Como el cielo es más alto que la tierra, mis caminos son más altos que los vuestros, mis planes que vuestros planes.
Palabra de Dios
Sal 144
R/. Cerca está el Señor de los que lo invocan
Día tras día, te bendeciré, Dios mío
y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor y merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza. R/.
El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. R/.
El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente. R/.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 1,20c-24.27a
Cristo será glorificado en mi cuerpo, sea por mi vida o por mi muerte. Para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir. Pero, si el vivir esta vida mortal me supone trabajo fructífero, no sé qué escoger. Me encuentro en ese dilema: por un lado, deseo partir para estar con Cristo, que es con mucho lo mejor; pero, por otro, quedarme en esta vida veo que es más necesario para vosotros. Lo importante es que vosotros llevéis una vida digna del Evangelio de Cristo
Palabra de Dios
Lectura del Santo Evangelio Según San Mateo 20,1-16
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo: "Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido." Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: "¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?" Le respondieron: "Nadie nos ha contratado." Él les dijo: "Id también vosotros a mi viña." Cuando oscureció, el dueño de la viña dijo al capataz: "Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros." Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo: "Estos últimos han trabajado sólo una hora, y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno." Él replicó a uno de ellos: "Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?" Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos.»
Palabra del Señor
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Isaías se dirige al pueblo de Israel, que ha vuelto del destierro babilónico. El profeta invita a los suyos a reconocer la presencia de Dios en los acontecimientos imprevisibles de la vida y a reconsiderar la idea que se han echo de Dios, una idea muy a la medida del hombre. El tono del oráculo es un tanto revelador, encontramos expresada una de las paradojas que caracterizan a Dios: su cercanía e intimidad con el hombre.
La profecía invita a buscar al Señor, porque Él se deja encontrar, a invocarlo porque está cerca, tan cerca que su presencia cuestiona la vida del hombre en sus relaciones mundanas y consigo mismo y sus planes, le pide que abandone el camino del malvado y el plan del criminal. El Señor está cerca pero no conocemos sus planes ni modo de actuar y mucho menos que éstos sean según la medida humana.
Mis planes, vuestros planes, vuestros caminos, mis caminos, introduce dentro del oráculo el elemento de cercanía de Dios al hombre.
Pablo escribe la carta a los filipenses desde la cárcel y desea informar a los suyos sobre la situación personal en que se encuentra. Es tal la pasión por el Evangelio, que antes de hablar de sí mismo, cuenta cómo su encarcelamiento está contribuyendo a la difusión del Evangelio.
Pablo abre su corazón a los destinatarios, para informarle que puede ser absuelto o condenado. Él está convencido que en ambos casos, vivo o muerto, su persona será el lugar de la manifestación del Señor, debido a que la vida o la muerte tiene un nuevo significado para él: " para mi la vida es Cristo" y la vida o la muerte son relativa. Se tiene vida cuando la persona se encuentra adherida a Cristo, que vive en con comunión con Él y hace su voluntad.
Pablo rehúye al apego materialista a la tierra como un dualismo espiritualista que le reste valor a la existencia terrena. Se plantea si morir, para estar con Cristo, o continuar viviendo en este mundo, morir significa unirse al Señor en comunión plena, una ganancia, sin duda alguna. Él sabe que su vida terrena sería provechosa para sus comunidades.
La parábola de Mateo nos adentra en el misterio del Reino de Dios, en el pensamiento de Cristo, en el corazón del Padre, desvelándonos el secreto. Es, para todos, una fuerte invitación a cambiar de mentalidad, a pasar de la lógica del mérito, de quien vive de pretensiones y no reconoce y admite regalos, al mundo de la gratuidad, que es la raíz del amor y el secreto del Reino de Dios.
Al inicio de la historia de cada uno hay un don: el llamado a ser y atrabajar en la viña. La vida es el regalo precioso del tiempo para vivir y trabajar en la viña. Al final del día tendrá una recompensa, que nos es el fruto de su propio mérito o esfuerzo, sino un regalo divino e inmerecido. Dios nos llama a participar en su vida y en su obra, la posibilidad de trabajar, fatigarnos, de gastar la vida por Él.
Quien se cree acreedor y con derecho ante Dios y la vida, es porque piensa que ha hecho demasiado, considera todo lo gratuito como un robo, como una amenaza a la justicia. Descubrir que somos amados por Dios es comenzar a responder a la llamada de Dios, descubrir que todo es don, la viña, el vino, el trabajo, la fatiga, etc. es el modo de estar en la iglesia buscando el Reino de Dios.
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