Lecturas del Lunes 11 de septiembre. 23ª semana del Tiempo Ordinario
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 1,24–2,3
La carta dirigida a los colosenses, Pablo quiere refutar algunas doctrinas que circulaban en aquella comunidad que él no había fundado. Nuevos maestros insinuaban que la obra redentora de Cristo era incompleta y que eran necesarias otras practicas religiosas para completar la salvación procedente de la muerte y resurrección de Cristo. Estos maestros superponían añadidos ascéticos y supersticiosos al mensaje de Pablo.
Pablo sostiene que añadir cualquier cosa al Evangelio equivale a disminuir su poder gratuito. No hace falta nada más. Sólo como miembros del cuerpo de Cristo podemos completar lo que aún falta al total de las tribulaciones cristianas, que consisten en las fatigas y aflicciones soportadas por quien anuncia el Evangelio. Pablo se coloca de ejemplo, se gloría de su vocación y de su fidelidad, mientras que al mismo tiempo, pone el acento en los sufrimientos ligados al servicio del Evangelio.
Pablo resalta y describe su ministerio, para hacerle claridad a los colosenses y a los falsos maestros, estos resaltan la perfección y sabiduría de Pablo, por eso Pablo habla de conocer a fondo el plan secreto de Dios, que es Cristo, en quien se encierran todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia y deja en claro la meta de su misión apostólica con el hecho de conseguir que todos alcancen la plena madurez en su vida cristiana, confiando en el poder de Dios.
El sábado es una de las instituciones que forma parte de la identidad del pueblo de Israel, es comprensible, que el sábado para ellos es sagrado y lo han convertido en una realidad absoluta. Jesús respeta el sábado, pero respeta más al hombre y su dignidad, al hombre y su sufrimiento.
Jesús conociendo la radicalidad de los maestros de la Ley y los fariseos, que estaban al acecho para hacerlo caer, para luego acusarlo, lo espiaban para ver si hacía curaciones los sábados, por lo tanto, en el Evangelio Jesús en su intervención tiene una actitud provocadora, con el objetivo de afirmar su misión mesiánica y sus criterios de evaluación y a la vez recalcar que es más importante las necesidades del ser humano que la observancia del sábado, el hombre está por encima de guardar el sábado. La tradición judía, tenía una interpretación que decía:" La salvación de una persona elimina la observancia del sábado".
Jesús con el gesto de la curación tiene un doble efecto: Primeramente la irritación y la peligrosa aversión de los maestros de la Ley y los fariseos y la otra es la afirmación de un criterio calar de acción para los discípulos. El servicio al prójimo que se encuentra en grave necesidad debe constituir una prioridad para los discípulos.
Ahora me alegro de sufrir por vosotros: así completo en mi carne los dolores de Cristo, sufriendo por su cuerpo que es la Iglesia, de la cual Dios me ha nombrado ministro, asignándome la tarea de anunciaros a vosotros su mensaje completo: el misterio que Dios ha tenido escondido desde siglos y generaciones y que ahora ha revelado a sus santos. A éstos Dios ha querido dar a conocer la gloria y riqueza que este misterio encierra para los gentiles: es decir, que Cristo es para vosotros la esperanza de la gloria. Nosotros anunciamos a ese Cristo; amonestamos a todos, enseñamos a todos, con todos los recursos de la sabiduría, para que todos lleguen a la madurez en su vida en Cristo: ésta es mi tarea, en la que lucho denonadamente con la fuerza poderosa que él me da. Quiero que tengáis noticia del empeñado combate que sostengo por vosotros y los de Laodicea, y por todos los que no me conocen personalmente. Busco que tengan ánimos y estén compactos en el amor mutuo, para conseguir la plena convicción que da el comprender, y que capten el misterio de Dios. Este misterio es Cristo, en quien están encerrados todos los tesoros del saber y el conocer.
Palabra de Dios
Sal 61,6-7.9
R/. De Dios viene mi salvación y mi gloria
Descansa sólo en Dios, alma mía,
porque él es mi esperanza;
sólo él es mi roca y mi salvación,
mi alcázar: no vacilaré. R/.
Pueblo suyo, confiad en él,
desahogad ante él vuestro corazón,
que Dios es nuestro refugio. R/.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 6,6-11
Un sábado, entró Jesús en la sinagoga a enseñar. Había allí un hombre que tenía parálisis en el brazo derecho. Los escribas y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado, y encontrar de qué acusarlo.
Pero él, sabiendo lo que pensaban, dijo al hombre del brazo paralítico: «Levántate y ponte ahí en medio.» Él se levantó y se quedó en pie.
Jesús les dijo: «Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido en sábado, hacer el bien o el mal, salvar a uno o dejarlo morir?»
Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo al hombre: «Extiende el brazo.»
Él lo hizo, y su brazo quedó restablecido. Ellos se pusieron furiosos y discutían qué había que hacer con Jesús.
Palabra del Señor
COMENTARIOS
Pablo sostiene que añadir cualquier cosa al Evangelio equivale a disminuir su poder gratuito. No hace falta nada más. Sólo como miembros del cuerpo de Cristo podemos completar lo que aún falta al total de las tribulaciones cristianas, que consisten en las fatigas y aflicciones soportadas por quien anuncia el Evangelio. Pablo se coloca de ejemplo, se gloría de su vocación y de su fidelidad, mientras que al mismo tiempo, pone el acento en los sufrimientos ligados al servicio del Evangelio.
Pablo resalta y describe su ministerio, para hacerle claridad a los colosenses y a los falsos maestros, estos resaltan la perfección y sabiduría de Pablo, por eso Pablo habla de conocer a fondo el plan secreto de Dios, que es Cristo, en quien se encierran todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia y deja en claro la meta de su misión apostólica con el hecho de conseguir que todos alcancen la plena madurez en su vida cristiana, confiando en el poder de Dios.
El sábado es una de las instituciones que forma parte de la identidad del pueblo de Israel, es comprensible, que el sábado para ellos es sagrado y lo han convertido en una realidad absoluta. Jesús respeta el sábado, pero respeta más al hombre y su dignidad, al hombre y su sufrimiento.
Jesús conociendo la radicalidad de los maestros de la Ley y los fariseos, que estaban al acecho para hacerlo caer, para luego acusarlo, lo espiaban para ver si hacía curaciones los sábados, por lo tanto, en el Evangelio Jesús en su intervención tiene una actitud provocadora, con el objetivo de afirmar su misión mesiánica y sus criterios de evaluación y a la vez recalcar que es más importante las necesidades del ser humano que la observancia del sábado, el hombre está por encima de guardar el sábado. La tradición judía, tenía una interpretación que decía:" La salvación de una persona elimina la observancia del sábado".
Jesús con el gesto de la curación tiene un doble efecto: Primeramente la irritación y la peligrosa aversión de los maestros de la Ley y los fariseos y la otra es la afirmación de un criterio calar de acción para los discípulos. El servicio al prójimo que se encuentra en grave necesidad debe constituir una prioridad para los discípulos.
Comentarios
Publicar un comentario