Lecturas del Viernes 3 de noviembre. 30ª semana del Tiempo Ordinario
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 9,1-5
La carta a los Romanos trata del drama de Israel en la historia de la salvación. Pablo se expresa en términos personales y autobiográficos: " Me invade una gran tristeza y es continuo dolor de mi corazón. Pablo no puede olvidar sus orígenes, su pertenencia al pueblo elegido, su tradición judía. Ese sentido de pertenencia le lleva a expresar un deseo paradójico, muy iluminador para comprender la personalidad y la espiritualidad de Pablo.
Pablo demuestra el amor que alimenta por el pueblo judío y realiza el mayor elogio al recordar uno tras otro, todos los privilegios que los israelitas recibieron de su Dios hasta el último, el más importante, aunque el más escandaloso: que de ellos, en cuanto a hombre, procede Cristo. El mismo amor que une a Pablo con su pueblo, le une a partir de ahora, de una manera definitiva e inseparable, a Jesucristo, su Señor.
En el Evangelio y en el marco de un banquete, el relato de un milagro realizado por Jesús y explicita la circunstancia cronológica del sábado. Jesús deja algunas enseñanzas relativa a la elección de los primeros puestos.
Jesús acepta la invitación a comer y eso revela un rasgo simpático de Jesús,siempre atento a los otros y deseoso de compañía de los demás, aquí se demuestra la humanidad de Jesús.
Jesús es quien provoca a los maestros de la Ley y a los fariseos sobre la licitud o no de curar en sábado. La curación de un hidrópico, Jesús desea despejar el campo de toda objeción previa. Jesús hace frente a sus adversarios y los derrota; no en el análisis de los artículos de la ley, sobre cuya base hubiesen podido responder con un "No" seco, sino en la observancia práctica de la ley, entendida sobre todo en su espíritu originario. Sus adversarios, sin saber que responder, permanecen mudos.
Jesús supera con elegancia esta situación y lanza un segundo ataque, provocándolos así: ¿ quién de vosotros, si su hijo o su buey cae en un pozo, no lo saca inmediatamente, aunque sea sábado?. Jesús redimensiona el valor del sábado como sábado, ratifica su invitación - mandato a la caridad, y a la benevolencia con el prójimo , derribando así las supersticiones y derriba las supersticiones que amenazan la libertad del hombre, e invita a todos y cada uno de ellos a encontrar la verdadera libertad en la caridad
Digo la verdad en Cristo; mi conciencia, iluminada por el Espíritu Santo, me asegura que no miento. Siento una gran pena y un dolor incesante en mi corazón, pues por el bien de mis hermanos, los de mi raza según la carne, quisiera incluso ser un proscrito lejos de Cristo. Ellos descienden de Israel, fueron adoptados como hijos, tienen la presencia de Dios, la alianza, la ley, el culto y las promesas. Suyos son los patriarcas, de quienes, según la carne, nació el Mesías, el que está por encima de todo: Dios bendito por los siglos. Amén.
Palabra de Dios
Sal 147,12-13.14-15.19-20
R/. Glorifica al Señor, Jerusalén
Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R/.
Ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz. R/.
Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos. R/.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 14,1-6
Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando.
Se encontró delante un hombre enfermo de hidropesía y, dirigiéndose a los maestros de la Ley y fariseos, preguntó: «¿Es lícito curar los sábados, o no?»
Ellos se quedaron callados. Jesús, tocando al enfermo, lo curó y lo despidió.
Y a ellos les dijo: «Si a uno de vosotros se le cae al pozo el hijo o el buey, ¿no lo saca en seguida, aunque sea sábado?»
Y se quedaron sin respuesta.
Palabra del Señor
COMENTARIOS
Pablo demuestra el amor que alimenta por el pueblo judío y realiza el mayor elogio al recordar uno tras otro, todos los privilegios que los israelitas recibieron de su Dios hasta el último, el más importante, aunque el más escandaloso: que de ellos, en cuanto a hombre, procede Cristo. El mismo amor que une a Pablo con su pueblo, le une a partir de ahora, de una manera definitiva e inseparable, a Jesucristo, su Señor.
En el Evangelio y en el marco de un banquete, el relato de un milagro realizado por Jesús y explicita la circunstancia cronológica del sábado. Jesús deja algunas enseñanzas relativa a la elección de los primeros puestos.
Jesús acepta la invitación a comer y eso revela un rasgo simpático de Jesús,siempre atento a los otros y deseoso de compañía de los demás, aquí se demuestra la humanidad de Jesús.
Jesús es quien provoca a los maestros de la Ley y a los fariseos sobre la licitud o no de curar en sábado. La curación de un hidrópico, Jesús desea despejar el campo de toda objeción previa. Jesús hace frente a sus adversarios y los derrota; no en el análisis de los artículos de la ley, sobre cuya base hubiesen podido responder con un "No" seco, sino en la observancia práctica de la ley, entendida sobre todo en su espíritu originario. Sus adversarios, sin saber que responder, permanecen mudos.
Jesús supera con elegancia esta situación y lanza un segundo ataque, provocándolos así: ¿ quién de vosotros, si su hijo o su buey cae en un pozo, no lo saca inmediatamente, aunque sea sábado?. Jesús redimensiona el valor del sábado como sábado, ratifica su invitación - mandato a la caridad, y a la benevolencia con el prójimo , derribando así las supersticiones y derriba las supersticiones que amenazan la libertad del hombre, e invita a todos y cada uno de ellos a encontrar la verdadera libertad en la caridad
Comentarios
Publicar un comentario