Lecturas del Sábado 18 de noviembre. 32ª semana del Tiempo Ordinario
Lectura del libro de la Sabiduría 18,14-16;19,6-9
El libro de la sabiduría recorre las etapas principales de la historia del pueblo de Israel, lee en ella la obra de la Sabiduría, que obra de acuerdo con la voluntad de Dios, el texto narra los acontecimientos del ëxodo, también se relata en una escena un texto apocalíptico, la muerte de los primogénitos egipcios, atribuida a Dios por mano del ángel exterminador, signo decisivo que abre el camino a la salida del pueblo de Israel de Egipto.
La Sabiduría es identificada con la Palabra eficaz de Dios, como el guerrero que produce un exterminio que llena el universo actúa en favor del pueblo de Dios, en una noche de tragedia y libertad.
En el texto se pone atención en la travesía del mar Rojo. Aparece casi una nueva creación donde al espíritu que aleteaba sobre las aguas del caos primordial le corresponde la nube que acompaña en su camino al pueblo y fecunda como sombra, sus etapas son: aparecen la tierra seca, la llanura verdeante y el camino libre para el paso de los hombres protegidos por la mano de Dios.
No solo la naturaleza lleva en sí misma las huellas de Dios, que la ha creado, sino que toda la historia está surcada por su presencia.
La característica de la comunidad lucana es la oración, la cual debe ser permanente y en plena confianza a Dios. La experiencia espiritual de acuerdo a la parábola, no se puede reducir a un ejercicio mecanicista de una serie de prácticas, tampoco es excusa para juzgar o censurar a los demás. La oración tiene como finalidad, superar todos los obstáculos que se nos presentan en la vida, para acceder a Dios con constancia y perseverancia, aunque las circunstancias sociales nos desmotiven, como quería hacer aquel juez con la mujer, pero para crecer en la oración es necesario madurar en la fe, la gran pregunta de Jesús: "¿ Habrá fe en la tierra, cuando venga el Hijo del Hombre?. Para crecer en oración es necesario tener una fe madura.
Un silencio sereno lo envolvía todo, y, al mediar la noche su carrera, tu palabra todopoderosa se abalanzó, como paladín inexorable, desde el trono real de los cielos al país condenado; llevaba la espada afilada de tu orden terminante; se detuvo y lo llenó todo de muerte; pisaba la tierra y tocaba el cielo. Porque la creación entera, cumpliendo tus órdenes, cambió radicalmente de naturaleza, para guardar incólumes a tus hijos. Se vio la nube dando sombra al campamento, la tierra firme emergiendo donde había antes agua, el mar Rojo convertido en camino practicable y el violento oleaje hecho una vega verde; por allí pasaron, en formación compacta, los que iban protegidos por tu mano, presenciando prodigios asombrosos. Retozaban como potros y triscaban como corderos, alabándote a ti, Señor, su libertador.
Palabra de Dios
Sal 104,2-3.36-37.42-43
R/. Recordad las maravillas que hizo el Señor
Cantadle al son de instrumentos,
hablad de sus maravillas;
gloriaos de su nombre santo,
que se alegren los que buscan al Señor. R/.
Hirió de muerte a los primogénitos del país,
primicias de su virilidad.
Sacó a su pueblo cargado de oro y plata,
y entre sus tribus nadie tropezaba. R/.
Porque se acordaba de la palabra sagrada
que había dado a su siervo Abrahán,
sacó a su pueblo con alegría,
a sus escogidos con gritos de triunfo. R/.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 18,1-8
En aquel tiempo, Jesús, para explicar a sus discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola: «Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: "Hazme justicia frente a mi adversario." Por algún tiempo se negó, pero después se dijo: "Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara."»
Y el Señor añadió: «Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?»
Palabra del Señor
COMENTARIOS
La Sabiduría es identificada con la Palabra eficaz de Dios, como el guerrero que produce un exterminio que llena el universo actúa en favor del pueblo de Dios, en una noche de tragedia y libertad.
En el texto se pone atención en la travesía del mar Rojo. Aparece casi una nueva creación donde al espíritu que aleteaba sobre las aguas del caos primordial le corresponde la nube que acompaña en su camino al pueblo y fecunda como sombra, sus etapas son: aparecen la tierra seca, la llanura verdeante y el camino libre para el paso de los hombres protegidos por la mano de Dios.
No solo la naturaleza lleva en sí misma las huellas de Dios, que la ha creado, sino que toda la historia está surcada por su presencia.
La característica de la comunidad lucana es la oración, la cual debe ser permanente y en plena confianza a Dios. La experiencia espiritual de acuerdo a la parábola, no se puede reducir a un ejercicio mecanicista de una serie de prácticas, tampoco es excusa para juzgar o censurar a los demás. La oración tiene como finalidad, superar todos los obstáculos que se nos presentan en la vida, para acceder a Dios con constancia y perseverancia, aunque las circunstancias sociales nos desmotiven, como quería hacer aquel juez con la mujer, pero para crecer en la oración es necesario madurar en la fe, la gran pregunta de Jesús: "¿ Habrá fe en la tierra, cuando venga el Hijo del Hombre?. Para crecer en oración es necesario tener una fe madura.
Comentarios
Publicar un comentario